PROCEDENCIA

 

La Capilla es parte de un conjunto de edificios y fondos denominados “Antinoro”, significando con dicha denominación el poder ejercitado durante siglos por la familia florentina de los Antinori en una vasta área en el municipio de Montelupo, incluida entre el Arno y la carretera Pisana, pero también con vista a las alturas, hacia la salida del poblado de Sammiatello hasta S. Vito “Antinoro”, es además la denominación bajomedieval de la familia, luego declinada al plural en la usual formación de los apellidos italianos.

 

El conjunto, solo recientemente devuelto a su uso después de un precedente estado prolongado de abandono, incluye: la villa señorial (siempre denominada “Villa Antinori”y destruida por los bombardeos en el último conflicto mundial, ha sido reconstruida para uso residencial y dividida en más de 40 unidades de vivienda), las caballerizas (restauradas y ahora asignadas a restaurante), la finca o castillo “Luciano” (topónimo en origen utilizado para la zona antes de la adquisición por parte de los Antinori – hasta hoy en día parcialmente en ruinas), la “Capilla Vieja” (primer originario edificio reservado al culto, a servicio de la finca – por eso mismo la capilla en objeto es denominada también “Nueva”), y por último diferentes construcciones rurales (“Tierra de Mezzo”, tierra “El llano de arriba” actualmente destinado a uso residencial y comercial).

 

La finca de Luciano estaba situada en una realidad natural por mitad llanura y mitad bosque en el Valdarno, debajo de Florencia, constituyendo una realidad económico-productiva común a la mayor parte de la Toscana, es decir la de las fincas y granjas. Actualmente la tierra que flanquea la Capilla está cultivada  a olivos al igual que en los siglos pasados y produce un excelente aceite.

Susodicho conjunto era en origen propiedad de los Alberti, luego de los Frescobaldi quienes lo vendieron en 1448 a los hermanos Bernardo y Antonio di Tommaso Antinori.

 

La Capilla o Capilla Nueva, denominada también oratorio dedicado al Santísimo nombre de María, fue sucesivamente edificada al final de un sendero arbolado, hasta hoy en día visible, que la conectaba a la entrada de la villa señorial, y precisamente por obra de Amerigo (se supone en los primeros años de 1700), ampliada por el hijo Vincenzio (1722), y por fin por el nieto omónimo Amerigo (1781), como está testimoniado en las dos inscripciones a seguir reproducidas y traducidas; el aral de la familia Antinori (príncipes), situado en la fachada de la entrada, es de 1905.

 

Para completar, además del “Palazzo Antinori” de Florencia (adquirido por Niccolò en 1506), varios inmuebles en los alrededores de Florencia tienen la misma denominación de “Villa Antinori”, a testimoniar los numerosos ramos de la descendencia entre los cuales hay que enumerar la más famosa Villa en burgo de Rinaldi en San Martino a la Palma (municipio de Scandicci) y en las localidades de Cigliano (municipio de San Casciano en Val di Pesa) y Le Rose en Impruneta. 

 

Más recientemente la Capilla, desacralizada, ha sido destinada al almacenamiento agrícolo (por lo tanto registrada en catastro como C/2) y adquirida por los actuales propietarios  hermanos príncipes ALDOBRANDINI (Giovanni, Camillo, Livia y por cuota parte heredera la madre Luisa VON WELCZECK) con unas residencias en Frascati y Roma donde se encuentra la villa con el mismo nombre, las fincas de Siena, Roma y Florencia quehan sido heredadas por la abuela duquesa Maria ANTINORI (1870-1933 descendiente de Antonio), esposa en 1890 de Don Giuseppe ALDOBRANDINI.

 

 

El bosque que colinda a Noroeste, residual de la propiedad original, se le ha quedado al hermano “segundón” Giovanni ALDOBRANDINI. A la familia omónima se atribuye la sociedad de gestión de las fincas y de los bienes inmuebles denominados “Luciano”, colindantes con la zona Norte-Noreste.

 

LOS ANTINORI

 

El origen de la familia es controvertido: algunos historiadores hipotizan la descendencia directa de Sichelmo, fundador de la Badía de Passignano (cerros en el sur de Florencia), y por ende de la misma cepa de Buondelmonti; otros genealogistas la han declarado de origen luqués (oeste) y de clase mercantil en vez de originaria de la Val di Sieve donde poseía algunos castillos en la Edad Media (Noreste). Por cierto su presencia está documentada en Florencia a partir de 1200; entre los parientes mayores están documentados Rinuccio di Antinoro (castillo de Combiate cerca de Croci di Cadenzano) y Filippo, de apodo Lippo, di Antinoro, que vivió en Florencia en 1263 inscrito en el arte de la seda en 1280. Otras actividades documentadas son la pertenencia a la Corporación de los Vinattieri (1293), a la bancaria y político-administrativa como lo era para otras familias nobles de la época. La familia dio tres Gonfalonieri y 23 Priores de Libertad a la República de 1351 a 1532 y 15 Senadores al Principado de 1532 a 1795. Cuenta además siete Caballeros Profesos, dos de Onor y Devoción y un Gran Prior de Capua de la Orden de Malta, uno de la Orden de Santo Iago, 14 caballeros de Justicia, un Gran Connestabile y un Auditore Presidente de la Orden de San Esteban en la cual fundó los Priorados de San Miniato y de Pistoia en 1718, de Ungría en 1721, de Orvieto en 1755, los Baliati de Montesansavino en 1760 y de Montalcino en 1824. La familia se dividió en muchas ramificaciones. Una de esas, pasada por el Reino de Napoles y desaparecida en 1735, recibió en 1522 por el Emperador Carlos V unas Baronías de Giurano, de Frattapiccola y cuatro Señoríos; en 1634 por el Rey Felipe IV de España, la familia recibió el Señorío de Bríndis, latifundio elevado a Ducado por el Rey Carlos II de España en 1666. A las cuatro líneas, durante la reforma de la nobleza realizada por la familia lorenés, le fue reconocido en 1751 el Patriciado florentino. Después de la unificación de Italia bajo el Rey de Savoia, a las familias que habían colaborado se les otorgó títulos nobles; la línea florentina, famosa en el sector vinícola, recibió el título de marqués (del cual se pavonea hasta la fecha). A la línea florentina de Antonio fue renovado el título de Duque de Brindis en 1866 por el Rey Vittorio Emanuele II. Esta línea se estinguió en 1902 y el título fue transmitido en 1904 por sucesión maternal (Maria ANTINORI se había casado en 1890 con Don Giuseppe ALDOBRANDINI) y con autorización de Vittorio Emanuele III al segundogénito de la familia de los Príncipes Aldobrandini ya burgués de Roma.